Un padre llama a la puerta de la habitación del hijo diciendo:
-Despiértate.
El hijo responde:
-No quiero levantarme, papá.
El padre insiste:
-Levántate, tienes que ir al colegio.
El hijo, desde dentro, contesta:
-No quiero ir al colegio.
-¿Y por qué no? Le pregunta el padre.
-Por tres razones, le responde el hijo -primero, es aburrido; segundo,
los niños se burlan de mí y, tercero, odio el colegio.
El padre replica:
-¿Ah, sí? Bien, pues ahora te voy a dar tres razones por las que debes
ir al colegio: primero, porque es tu deber; segundo, porque tienes cuarenta y
cinco años; y tercero, porque eres el director del colegio.
A. de Mello
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