5 mar 2013

La canasta más dulce


Un jugador de un instituto de Estados Unidos le pasa el balón a un contrario con discapacidad mental para que pueda anotar.

Mitchell Marcus es un joven discapacitado mental que ayuda al entrenador del equipo del instituto Coronado de El Paso, Texas. No falla a ningún partido y siempre está cerca para dar un grito de apoyo a sus compañeros. Por ello, el entrenador, Peter Morales, decidió premiar a Mitchell convocándolo para jugar el último partido de la temporada contra el instituto Franklin.
Quedaba minuto y medio para el final y Coronado iba ganando por diez puntos. Fue entonces cuando Peter Morales sacó a Mitchell a la pista. El público se había preparado para la ocasión y coreó el nombre del joven cuando entró a jugar.
Pese a que Mitchell se quedaba rezagado junto a la canasta contraria para recibir los pases de sus compañeros y tirar sin oposición, no lograba anotar. En la última posesión, se desvanecieron las esperanzas, ya que el pase se le escapó de entre las manos a Mitchell Marcus. El chaval se quedó cariacontecido y triste por no haber podido anotar cuando solo quedaban unos segundos para el final.
Pero entonces, apareció el otro protagonista de la historia, Jonathon Montanez, jugador del equipo rival. Se disponía a sacar de banda cuando gritó el nombre de Mitchell. El chaval se giró, Montanez le pasó el balón y Mitchell se dirigió a la canasta y anotó. «Me enseñaron a tratar a los demás como yo querría ser tratado», dijo posteriormente Jonathon.
Todos celebraron el tiro de Mitchell como si fuese un título. El público saltó a la pista y el chaval salió a hombros, rebosando felicidad por su «hazaña».


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