Derek Redmon era el favorito para la medalla en los 400 metros olímpicos, a los 150 metros de la carrera Derek siente un intenso dolor, no estaba dispuesto a renunciar, determinado a terminar la carrera, un hombre rompió el anillo de seguridad y se puso al lado de Derek, era su padre quien le dijo: No tienes que hacer esto. Su hijo le respondió: Sí, tengo que hacerlo. Su padre le responde: Bueno, vamos al final juntos entonces. Juntos, padre e hijo continuaron, poco antes de llegar a la meta, su padre dejó que llegara a la meta, recibiendo una ovación de alrededor 65.000 personas.
Mientras no te des por vencido, no puedes fallar.
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