Los estudios sobre el origen del estrés apuntan al trabajo y la presión de los puestos de más responsabilidad como la primera causa del mismo. Según los expertos, nos tomamos la vida demasiado en serio y olvidamos con frecuencia que quien no siente la necesidad de sonreír no goza de buena salud.
Qué duda cabe que la mejor forma de vencer las dificultades es atacándolas con una magnífica sonrisa. Y si la sonrisa es tan poderoda, ¿de qué no será capaz una carcajada?
Sobre esta premisa nace la Carcajada Productiva, una iniciativa venezolana basada en la utilización del humor como herramienta para aumentar la productividad, romper con la rutina, eliminar la tensión y reducir el estrés laboral.
La Carcajada Productiva se define como una herramienta para transformar la empresa en una organización más humana y divertida, combatiendo de manera eficaz el estrés al fomentar la motivación y la creativivdad, optimizar la comunicación y unir al equipo gracias a dinámicas que ayudan a reducir las tensiones con ingenio, innovación y mucha diversión.
Esta iniciativa plantea una ecuación bien simple: cuanto más humor, menos presión y mayor productividad. Así de fácil.
Este proyecto surgió en Caracas, en el momento en que dos jóvenes emprendedores investigadores del humor y clown
decidieron trasladar los rostros sonrientes a las empresas. Convencidos del poder de la risa crearon la Carcajada Productiva, decididos a utilizan el humor como herramienta para aumentar la productividad, romper con la rutina, eliminar la tensión y reducir el estrés laboral.
“Logramos fortalecer la motivación, la innovación, la optimización de las comunicaciones internas, el trabajo en equipo y, en conjunto, establecer un entorno laboral más estimulante y positivo”, explican sus directores Francisco Mastrojeni y Sonia Giannattasio.
Su premisa es que el humor no sólo es necesario sino que es, más que un derecho, un deber. “Una carcajada siempre es beneficiosa para todos pero, en el trabajo, se transforma en productividad y creatividad lo que la convierte en una carcajada productiva”, aclaran sus directores.
Ellos se adaptan a las necesidades de sus clientes, los escuchan y, en base a sus objetivos, crean una estrategia. Dictan talleres en donde usan el humor y el juego como herramienta para resolver distintas situaciones o necesidades que tenga la compañía. Realizan intervenciones de humor a través de personajes que interactúan con los trabajadores creando empatía y situaciones divertidas. En general, todas sus actividades están orientadas a hacer de la cualquier empresa un mejor lugar para trabajar.
“Para nosotros es muy gratificante ver al presidente de una empresa participar con el personal de mantenimiento juntos como equipo en un mismo juego, y al final, observar que terminan dándose un fuerte abrazo. Esa es, la verdadera esencia de una empresa”, aseguran con satisfacción.
Recuerda que una dificultad deja de serlo tan pronto como sonriamos ante ella y la afrontemos, y que son necesarios cuarenta músculos para arrugar una frente, pero sólo quince para sonreír.
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