Share my Dabba

Comida en bici para los niños de Bombay

El transporte tradicional de comida a las oficinas se ha convertido en una solución a la hambruna infantil

La nueva solidaridad sobre ruedas en Bombay ya tiene nombre: “Share my Dabba”. Aunque esta ciudad tenga uno de los índices más altos de pobreza infantil, su sistema de reparto de comida en bicicleta es de los más eficientes del mundo.

Hasta 5.000 bicicletas hacen su recorrido por las calles de Bombay desde las casas de los trabajadores hasta su lugar de trabajo, ya que la congestión de los medios de transporte públicos les hace imposible portar con la fiambrera. Este sistema, aparentemente atrasado, es eficiente como el que más. Los llamados “Dabbawala” trasportan el almuerzo diariamente y luego lo devuelven a sus casas, con un margen de error prácticamente nulo. Y tanto es así que es objetivo de estudio en la Universidad de Harvard. Su edad media es de 52 años y no se jubilan. Este perfeccionado método pasa de generación en generación y supone un soporte básico en la vida diaria del resto de trabajadores.

La iniciativa solidaria residen en la filosofía del “no lo tiro”. Tras décadas de repartos y de comporbar que día tras día 16 toneladas de comida sobrante son desperdiciadas, los dabbawala han comenzado a popularizar un nuevo sistema para proveer a 200 mil niños de Bombay de una comida  de la que no pueden disponer. La pionera iniciativa ha sido propuesta por la ONG Happy Life Welfare Society y con la ayuda de la agencia publicitaria McCann. Con tan solo una pegatina roja con la palabra “share” – compartir – en el envase, los dueños de estos acceden a entregar la comida que les sobre a estos niños.  Y es que dentro de este solidario sistema los voluntarios ejercen un papel importante, ya que son los encargados de que esta comida llegue realmente.

Los niños ya han aprendido a quién y donde pedir la comida, de forma que el eficaz sistema de los “Dabbawala” no se ve interrumpido, ya que en 15 minutos el dabba es devuelto de nuevo para terminar de nuevo el recorrido en casa de sus dueños. Una forma de salvar miles de vidas sin desperdiciar ningun alimento en un mundo con capacidad para alimentar al doble de su población.

Paula Pérez 

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